Se han aislado en el Ganoderma lucidum más de 100 distintos triterpenos
oxigenados (como el ácido ganodérico, el lucidumol B, ganodermanondiol y
el ácido alfa ganolucídico), betaglucanos, polisacáridos y
poliglucopéptidos, ácidos grasos, adenosina, esteroles, alcaloides
biológicos, aminoácidos polipeptídicos, derivados furánicos,
superoxidodismutasa, vitaminas (B1, C, D, E) y minerales (germanio,
magnesio, potasio, selenio).
Toda esta rica composición de elementos es la que explica la gran
variedad de efectos saludables y curativos, que desde siempre se ha
atribuido al Ganoderma lucidum [a partir de ahora ganoderma] y que, poco
a poco, se va evidenciando de modo científico tal como se concibe en el
pensamiento occidental.
A simple vista podría considerarse como una panacea universal, pero nada más lejos de esto; el Ganoderma no sirve para todo, pero tiene por delante un largo camino científico para verificar el alcance de sus múltiples efectos. Debemos incidir en el hecho de que el ganoderma no es un solo producto ni una sola molécula, de ahí la posibilidad teórica de que tenga distintas acciones y que alguna de ellas conjuntamente se potencien. Los muy diversos efectos se deben a su múltiple composición y en consecuencia no se debe dudar sobre los auténticos efectos beneficiosos porque sean muchos y variados.
A simple vista podría considerarse como una panacea universal, pero nada más lejos de esto; el Ganoderma no sirve para todo, pero tiene por delante un largo camino científico para verificar el alcance de sus múltiples efectos. Debemos incidir en el hecho de que el ganoderma no es un solo producto ni una sola molécula, de ahí la posibilidad teórica de que tenga distintas acciones y que alguna de ellas conjuntamente se potencien. Los muy diversos efectos se deben a su múltiple composición y en consecuencia no se debe dudar sobre los auténticos efectos beneficiosos porque sean muchos y variados.
Un ejemplo nos puede ayudar a desterrar la duda que pueda despertar una sustancia por el simple hecho de que presente numerosas utilidades y considerables acciones saludables. ¿Qué podría pensarse, a simple vista, de un fármaco que estuviera indicado para formar parte de tratamientos tales como la isquemia coronaria; el ictus (alteraciones cerebro vasculares); infarto de miocardio; que se utilizara como antigripal; que resultara ser uno de los más potentes antiinflamatorios conocidos, que además fuera un antipirético de reconocida eficacia y un potente analgésico? ¿Qué podría pensarse, además, si este fármaco tuviera más de cien años de antigüedad?
Este fármaco existe y es una sola sustancia; el ácido acetilsalicílico, universalmente conocido con el nombre de Aspirina.
El ganoderma, tiene un potente poder antioxidante e inmunomodulador, que
confiere muchas de las acciones que se le atribuyen. Pero su
heterogénea composición le confiere muy diversos efectos y diferentes
modos de actuación y algunos de sus componentes se potencian y tienen
poder sinérgico. A su acción antioxidante e inmunomoduladora se debe
que, desde antiguo, se tenga al ganoderma como un potente un refuerzo de
las defensas orgánicas y como un estimulante de la longevidad.
El ganoderma se ha mostrado útil en el herpes simple, en el genital o en
el de la inmunodeficiencia humana. Ha evidenciado poder analgésico y
antiinflamatorio en la artritis reumatoide.
También ha resultado efectivo en enfermos con glomeruloesclerosis focal
segmentaria. Y en nefrosis resistentes a los corticoides. Igualmente
ocurre con pacientes con hipertrofia benigna de próstata.
Como antioxidante y estimulador de la inmunidad el Ganoderma lucidum
atenúa, disminuye y protege de los efectos indeseables originados por
la quimioterapia o la radioterapia.
Tiene un notable efecto antitumoral, en los cánceres de mama, pulmón,
próstata, colon y también en el hepatoma, cáncer de vejiga y en
neoplasias hematológicas como leucemias, linfomas o mielomas.
Se ha evidenciado efectos hipotensores lo que abre camino a
investigaciones sobre la hipertensión arterial. Ejerce un notable
efecto en la diabetes al actuar sobre diversos mecanismos de acción que
la desencadenan. Así mismo disminuye las tasas de colesterol y presenta
además interesantes efectos sobre el sistema nervioso.
Como se puede comprobar en esta página Web, el número de artículos
referidos a estudios realizados con humanos aumenta progresivamente cada
año.
Es necesaria una última observación. Aunque todos los estudios se
refieren a las acciones del Ganoderma lucidum, el modo de prepararlo,
consumirlo o someterlo a estudio es diferente; así los resultados pueden
partir de soluciones acuosas, o de otra naturaleza; del hongo completo;
o de únicamente de extractos de sus micelios más o menos purificados; o
a partir de sus esporas. Por lo que la composición y cantidad de los
distintos elementos que lo integran no son homogéneas ni fácilmente
comparables. Las esporas son las que más concentración poseen de todas
las sustancias que constituyen el hongo, además son poseedoras de
elementos que solo se encuentran en ellas, algunas de éstas poseen
acción propia antitumoral diferente a las contenidas en otras partes del
hongo. Las esporas tienen el inconveniente de poseer una doble corteza
que dificulta mucho la absorción intestinal.
Inconveniente que se obvia
si se manipulan industrialmente en debidas condiciones y se obtiene un
polvo que es el más rico en componentes, además de proporcionar un
control más fácil de las dosis ingeridas. Pese a todas estas
diferencias de elaboración y consumo del hongo completo o parte de él,
la actividad del Ganoderma es inequívoca cualesquiera sea el
procedimiento utilizado.
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